La actitud que tomas frente a los problemas o sucesos que se te
presentan cotidianamente es finalmente la que determina la dimensión e
importancia de los mismos. Recuerda que hay dos formas de ver el vaso:
medio lleno y puedes alegrarte al observar la mitad llena o puedes
preocuparte por la mitad vacía.
Esto no es ni más ni menos que una cuestión de dos actitudes
antagónicas: la actitud positiva y la actitud negativa. Sin dejar de ser
realista o soñador, puedes transformarte en una persona más positiva y
creativa para vivir las circunstancias de una manera menos traumática y
más relajada.
Por eso, para dejar de ver todo negro y cultivar una verdadera
"actitud positiva", se han propuesto 10 reglas de oro que, si se siguen
al pie de la letra, harán de ti una nueva persona:
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